Patricia Muñoz Ríos
Periódico La Jornada
Lunes 24 de febrero de 2014, p. 8
Industrial Minera México, empresa del consorcio Grupo México, de Germán
Larrea, contrató una sicóloga para que hable con las viudas de los mineros de
Pasta de Conchos y las convenza de que dejen de lado lo malo que les ha
pasado. Esposas de los trabajadores fallecidos, que llevan 2 mil 920 días
afuera del mineral donde murieron sus familiares esperando aún el rescate de
los cuerpos, relatan que la compañía apenas les da una beca para sus
hijos, que asciende a 600 pesos al mes.
Sólo que a veces pasan dos o tres meses sin que entreguen el apoyo, o
lo dan en partes y lo condicionan a que los niños saquen 10 de calificación,
dicen.
Le pagan más a la sicóloga que contrataron para que hable con
nosotras, señalan en entrevista Elizabeth Castillo Rábago viuda de Gil Rico y
Claudia Maricela Escobar, de Raúl Villasana Cantú.
Indican que reciben pensiones del IMSS de mil 800 pesos al mes, en
promedio. A Elizabeth, el Infonavit le quiere quitar su casa porque no tiene
para pagar y tampoco cuenta con el acta de defunción de su marido, que es el
documento que le pide el instituto para poder cancelar la deuda. Ni siquiera
puedo tener esa acta, relata.
Ambas viudas denuncian que las promesas de los gobiernos federal,
estatal y municipal, de que habría apoyos para ellas, seguridad, becas,
programas, opciones de trabajo y demás, fueron puras falsedades, quedaron
en el olvido. Algunos apoyos mínimos les llegaron, pero eso fue hace años y
ya no tienen nada, ni cómo sacar a sus familias adelante, ni mandar a sus hijos
a la escuela.
Cuando Humberto Moreira era gobernador de Coahuila prometió becas de
estudios para los hijos de los mineros fallecidos en Pasta de Conchos. Eran
400 pesos al mes y sólo se dieron un año, luego se las quitaron. Hace como dos
años volvieron a dar parte de las mismas y se volvieron a suspender. No saben
si eso se hizo nada más para tomarles la foto de que les entregaban la
beca.
La empresa sólo les da las becas mínimas, que equivalen o 20 pesos
diarios, pero se entregan de manera irregular; a algunas familias se las
suspendieron desde hace año y medio y a otras se las dejan de pagar por dos o
tres meses. Tenemos que ir a preguntar, reclamar; nos dicen que para que se
otorguen los hijos tienen que ir excelentes en los estudios; pues ¿cómo quieren
eso, no ven la situación en que están nuestros hijos sin sus padres?, señala
Claudia Maricela, otra de las viudas afectadas.
Añade: Ahora nos dijeron que fuéramos a unas pláticas con una
sicóloga, quien está manejando nuestras mentes con la intención de que dejemos
todo. Nos llamaron de la empresa Grupo México, nos sentaron a todas y la
sicóloga nos empezó a decir que si quisiéramos que ya las cosas fueran
diferentes, que en este aniversario dejáramos atrás todo lo que ha pasado.
Primero nos quedamos todas calladas, pero luego reaccionamos y le dijimos que
lo que queremos es que nos dejen entrar en la mina, que nos manifestemos.
La compañía quiere manejar nuestras vidas como lo ha hecho desde el
principio, manipulándonos; la empresa es un monstruo que ha acabado con
nuestras vidas, no nos puede llegar una ayuda del Estado porque la minera dice
que ya somos riquísimas, cuando les estamos diciendo de cuánto es nuestra
pensión. Estamos marginadas. Grupo México, además de que acabó con la vida de
nuestros esposos, también va contra las familias, de nuestra condición
social, apunta Claudia.
Exponen que están indignadas contra la empresa, porque ha generado
además otro problema social: ha hecho una campaña contra las viudas, los
huérfanos, hermanos y demás familiares de los mineros muertos, por seguir
luchando. La compañía se ha encargado de enlodar el nombre de ellos entre
la población, por lo que la gente habla mal de ellas, las marginan, señalaron
las entrevistadas.
Consideran que cuando se dé el rescate de los cuerpos de los
trabajadores de Pasta de Conchos, muchas cosas van a salir a la luz, como por
qué fallecieron, las condiciones laborales que había en la mina, a qué se debió
que el rescate se paró a los cinco días y por qué no se quiere recuperar los
cuerpos, pero lo que va a salir más a la luz es la dignidad del minero y que
éstos ya no sean vistos como si no fueran nada, concluyeron.