A 10 años del enfrentamiento entre integrantes de la Sección 271 del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana con fuerzas federales y estatales, que dejó un saldo de dos trabajadores muertos, la situación del sector minero en este puerto no es de mejoría.
El panorama para los trabajadores sindicalizados en Lázaro Cárdenas es incierta por la crisis mundial acerera. Durante los últimos dos años la amenaza de despidos es permanente y cientos de mineros han decidido “retirarse de manera voluntaria”; otros han sido liquidados.
Arcelor Mittal, la acerera que opera en el puerto michoacano, cerró la planta para la producción de “planchón”, acero en bloques que exportaba a todo el mundo, y por tanto los bonos de productividad de los trabajadores se redujeron de manera considerable. La industria propiedad del inglés Lakshmi Mittal sufre por la competencia rusa y china, que venden el acero por debajo de lo que cuesta producirlo en México.
A principios de esta década las acciones de Arcelor Mittal se desplomaron, pero la empresa impulsó un proyecto hacia 2020 para intentar recuperarse.
Mientras tanto, a 10 años del operativo ordenado por el gobierno de Vicente Fox para desalojar a los mineros que mantenían paralizadas las actividades de la entonces empresa Villacero, los trabajadores agremiados al Sindicato Minero, controlado por Gómez Urrutia, viven sus peores momentos y eso impacta al comercio en Lázaro Cárdenas.
De acuerdo con cifras de la Canaco local, 70% de los negocios que inician operaciones en la región sobreviven menos de dos años por la falta de liquidez.
Aunque hay esperanza de que a partir del segundo semestre y finales de 2016 la acerera de capital indio pueda inyectar al menos mil millones de dólares para el proyecto de instalar una laminadora y que así se pueda reactivar la economía del puerto michoacano, lo cierto es que la producción ha bajado considerablemente hasta más de 70% y los despidos continúan.
LO OCURRIDO
El periodista Rafael Rivera Millán recuerda aquel 20 de abril de 2006 como el punto culminante de un conflicto laboral entre la administración de Vicente Fox y el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, al cual le negaban la toma de nota a favor de Napoleón Gómez Urrutia.
Como protesta y en defensa de su líder, los mineros de la Sección 271 se apropiaron de las instalaciones de la compañía.
Desde febrero de 2006 los mineros mantuvieron en su poder las instalaciones de Villacero y sólo durante algunos momentos el gobierno retomó el control, pero esto fue luego del enfrentamiento, donde hubo balazos, gases lacrimógenos y bolas de acero contra la policía; los mineros recobraron las instalaciones y se mantuvieron en paro dos meses más”, comenta a Excélsior.
A Carlos Casillas, corresponsal de un medio estatal en Lázaro Cárdenas, también le tocó cubrir este conflicto laboral entre mineros y autoridades estatales y federales, y concuerda en que actualmente la situación económica con la baja producción de acero por parte de Arcelor Mittal es el principal problema que se enfrenta el Sindicato Minero, ya que el reconocimiento y exilio de Napoleón Gómez Urrutia como dirigente nacional no ha sido tema para la acerera y la Sección 271, ya que desde el 2006 dio el reconocimiento al líder de los trabajadores.
Arcelor Mittal fue una de las empresas que no tuvo ningún empacho en reconocerlo (a Gómez Urrutia) hace 10 años, por eso nunca tuvo ningún problema laboral con el sindicato; los que no reconocían a Napoleón es la gente de Grupo Villacero y algunas empresas en el Norte, como Altos Hornos de México. El problema actual tiene que ver con que el sindicato es un sindicato obeso, me parece a mí muy costoso, que el costo de administración de su contrato colectivo es muy oneroso, pero además la empresa siempre ha sostenido, y lo ha hecho público, que de alguna manera su plantilla laboral no tiene los estándares de productividad necesarios como para poder hacer una empresa rentable”, relata Casillas.
HOMENAJE
En 2006 la acerera de Lázaro Cárdenas estaba dividida en dos: Sicartsa en manos de Grupo Villacero, empresarios de Nuevo León; y la otra parte bajo el nombre de Ispat Mexicana S.A de C.V., que posteriormente sería adquirido, todo el complejo, por Arcelor Mittal.
Excélsior trató de contactar al líder de la Sección 271 del Sindicato Minero, Ricardo Torres Oregón, pero “por estar ocupado” no fue posible entrevistarlo.
La Sección 271 de mineros conmemorará hoy la fecha del desalolojo y rendirá homenaje a Mario Alberto Castillo Rodríguez y Héctor Álvarez Gómez, mineros caídos en aquel enfrentamiento y quienes cuentan en internet con un corrido.
En este contexto, a principios de marzo pasado, integrantes de esa sección realizaron paros de labores en Arcelor Mittal, con el argumento de despidos injustificados y violaciones al contrato colectivo.
Original Article: http://www.excelsior.com.mx/nacional/2016/04/20/1087670