Al cumplirse 10 años de la tragedia ocurrida en Juan de Sabinas, Coahuila, la demanda es la misma: el rescate de los cuerpos.

"Mi petición es que el presidente Enrique Peña nos ayude a que rescaten los cuerpos, porque sabemos que sí se puede. Mi hijo mayor no tiene a dónde llevar flores, porque nunca nos han mostrado el cuerpo", externó Guadalupe Ramírez, una de las viudas, madre de seis niños.

La marcha de más de cinco horas, que estuvo acompañada por la banda de guerra del sindicato, llegó a la Secretaría de Gobernación, donde los inconformes entregaron su petición de rescate por escrito.

Luego se trasladaron a las oficinas de Grupo México, en Polanco, donde realizaron un mitin y colocaron las cruces y los 65 féretros que cargaban: 63 por los mineros que quedaron sepultados y dos más por los únicos cuerpos que fueron recuperados tras la explosión ocurrida en la mima la madrugada del 19 de febrero de 2006.

El dirigente del gremio, Carlos Pavón Campos, precisó en un comunicado que "humanamente es derecho de los familiares seguir exigiendo el rescate de los cuerpos", por lo que se pronunció por un rescate "sin que se ponga en peligro a los rescatistas".

Sostuvo que el accidente en Pasta de Conchos significa un parteaguas en la historia de la minería en México, razón por la que su sindicato ha tomado la seguridad como una de sus prioridades.

"La mejor forma de evitar accidentes de ese tipo es trabajando en materia de seguridad. Nosotros lo venimos haciendo. Ya son cinco simposiums de seguridad los que hemos realizado, para no sólo concientizar a los compañeros en esta materia, sino darles las herramientas para evitar accidentes de cualquier tipo", subrayó.

Detalló que por ejemplo en las minas y plantas de Industrias Peñoles y Fresnillo PLC con las que el Sindicato Frente tiene relación laboral, los accidentes fatales han disminuido en 90 por ciento.

Recordaron que Grupo México, que también es responsable del mayor desastre ambiental del país al contaminar los ríos Sonora y Bacanuchi con el derrame de 40,000 metros cúbicos de sustancias tóxicas en agosto de 2014, no garantizó la vida de sus familiares al hacerlos trabajar en condiciones ilegales de alto riesgo.

Mentiras

Lourdes Aguilar, viuda de Fermín Tavarez Garza, de 36 años, asegura que la empresa -Grupo México- los trajo a puras mentiras y nunca dio la cara. Inclusive dice que se dedicó a dividir a las viudas. "Nos jugaron el dedo en la boca y nos lo siguen jugando", acusa.

Hace apenas unos meses, se queja, la empresa aumentó de 300 a 600 pesos al mes la beca de los hijos que quedaron huérfanos. Sin embargo, insiste Lourdes, les quitaron el pago de 2 mil 300 pesos que correspondía al sueldo mensual del trabajador. "Habían dicho que nos iban a seguir pagando hasta que rescataran el cadáver. Por eso yo exijo el rescate, porque ahí no quedó un perro, quedó el padre de mi hijo", reclama la viuda.

Daniel Ezequiel, su hijo, tenía año y medio cuando ocurrió el accidente. "Todas las mañanas llegaba y cargaba al niño, al único que tuvimos", rememora Lourdes con tristeza.

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