A pesar que desde mayo la empresa Frisco ejecuta trabajos tendientes a explotar yacimientos de oro y plata en la región de Tetela de Ocampo, apenas hace 13 días solicitó a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) el Procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental para el proyecto de exploración de la minera Espejeras.

En su petición la compañía admite que su proyecto de extracción de minerales –al que se han opuesto vecinos de la zona, quienes argumentan que habrá afectaciones graves y letales para el medioambiente, la economía de la región y, eventualmente, la salud humana– se encuentra cerca de tres Regiones Terrestres Prioritarias (RTP) para conservación: los Bosques Mesófilos de la Sierra Madre Oriental, Cuetzalan y las Dunas Costeras del Centro de Veracruz, amén del Área de Importancia para la Conservación de Aves (ICA) de Cuetzalan, todas protegidas de manera oficial.

Aunque el proyecto ni siquiera ha sido avalado por las autoridades en la materia, el consorcio del magnate Carlos Slim Helú ya se presenta como una empresa de sociedad anónima y capital variable, cuya razón social es Minera Espejeras S.A. de C.V., según queda evidenciado en el “Informe Preventivo del Proyecto de Exploración Minera ‘Espejeras” que se entregó a la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat.

El documento, elaborado por el biólogo Alfredo Patiño Siciliano, puede ser consultado en internet, a través de la liga http://sinat.semarnat.gob.mx/dgiraDocs/documentos/pue/estudios/2012/21PU2012M0015.

El informe de 97 cuartillas y 24 anexos especifica que la exploración se pretende realizar en 8.75 hectáreas de la comunidad La Cañada, a 5 kilómetros de Tetela de Ocampo y que se plantean actividades de exploración por dos años, construyendo caminos en una superficie de 0.15 hectáreas, además de rehabilitar otros en una superficie total de 0.65 hectáreas. Los senderos “se trabajarán con una amplitud de 3.5 metros”.

En el apartado de caracterización del predio, Frisco manifiesta que aunque los lotes donde “se realizarᔠla exploración minera Espejeras se ubican a 5 kilómetros de Tetela, “se consideró necesario ubicarlo (al proyecto) en un contexto ambiental más amplio, para lo cual se delimitó una microcuenca que incluirá área de exploración, a la que se denominó Cuenca del Río Papaloteno, la cual tiene una superficie de 9 mil 959.388 hectáreas”.

“Los predios se caracterizan por estar ubicados en la cuenca del Río Papaloteno, en donde el rango de escurrimiento para esta cuenca se estima de 10 a 20 por ciento, dadas las fuertes pendientes que predominan en la zona, aún cuando exista una cubierta de vegetación espesa. El uso actual del suelo que presenta el sitio del proyecto es de terrenos de bosque de pino de encino y algunos pastizales inducidos”, se expresa en el informe, aunque más adelante se precisa que, por las actividades “antropogénicas” (sic) hay una vegetación de tipo agrícola pecuaria.

Según el cronograma entregado por Frisco a la Semarnat, la rehabilitación de caminos duraría tres meses, el desarrollo de planillas 15 y casi a la par, la realización de nuevos caminos –que dilataría 13 meses–, la barrenación geológica, duraría 17 meses, mientras que las labores de “postoperación”, retiro de equipos, cierre de caminos y “revegetación” (sic) tomarían 11 meses.

Agrega que el tipo de proyecto es una “barrenación de diamante y circulación inversa.

“Cerca, pero no dentro”

En la justificación legal del proyecto, Frisco arguye que “actualmente el estado de Puebla no cuenta con un Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial (POET), razón por la cual la región de Tetela de Ocampo no se encuentra regulada por algún instrumento de este tipo. Sin embargo, existe un POET denominado Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio de la Cuenca del Río Tuxpan, que incluye la parte norte del estado de Puebla, pero no la que desarrollará el Proyecto de Exploración Minera Espejera”.

El informe también reconoce que “las Regiones Terrestres Prioritarias destacan para su conservación la presencia de riqueza ecológica y especifica mayores en comparación al del resto del país”. No obstante, menciona que la zona de exploración “se encuentra cerca, pero no dentro de ellas” (sic) de tres RTP para la conservación y un Área de Importancia para la Conservación de Aves (AICA): “al noroeste está situada la región de Bosques Mesófilos de la Sierra Madre Oriental (RTP–102); al noroeste está situado Cuetzalan (RTP–105) y la AICA del mismo sitio (38), amén de que al sureste se ubican las Dunas Costeras del Centro de Veracruz (RTP–123).

Asegura también Frisco que respetará todas las normas ambientales, la Ley Minera y de Aguas Nacionales, debido a que “en la zona del proyecto no se lleva a cabo ningún aprovechamiento de los cuerpos de agua existentes. El agua a utilizar, para llevar a cabo la construcción del proyecto, se adquiere mediante volúmenes de pipas”.

Respecto al cumplimiento la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos, el consorcio de Carlos Slim Helú asegura que “la clasificación de los residuos urbanos se llevará a cabo con los criterios que se establezcan en las normas oficiales mexicanas. Los residuos del proyecto serán depositados diariamente en contenedores debidamente rotulados y tapados, los cuales serán colectados al menos dos veces por semana para su disposición final en el relleno sanitario”.

Admite inmediatamente que la ejecución del proyecto de exploración minera Espejeras “implica la generación de residuos sólidos peligrosos (aceite, lubricantes y estopas sucias) y no peligrosos, para lo cual la empresa tomará las medidas necesarias para su control. La supervisión del adecuado control de basura que se genere dentro del proyecto, de la misma forma se colocará en letrinas portátiles, para evitar la contaminación por este tipo de desechos”.

Incluso, en su argumentación Frisco asegura que “las obras del camino de acceso que contempla” el proyecto “se enmarcan dentro de los lineamientos del Programa de Desarrollo del Sector de Comunicaciones y Transportes 2006–2012, el cual tiene como objetivo primordial la ampliación y mejoramiento de la red de comunicación del país (…)”.

“Ya había daños”

Uno de los argumentos que Frisco brinda a la Semarnat sobre los criterios que le ayudaron a seleccionar el sitio para el que pide la anuencia de exploración es que el lugar “del proyecto se localiza sobre una zona agrícola y pecuaria, que ha sufrico una moderada degradación en sus recursos, siendo que el proyecto no ocasionará daños mayores”.